El gobierno chino continúa su cruzada contra las redes sociales occidentales.
Pese al bloqueo de Twitter en China, los adversarios del régimen comunista logran usar localmente esta red social y otras occidentales para comunicarse entre sí. Pero la censura ha alargado sus tentáculos.
Para evitar los bloqueos impuestos por China a Google, Facebook y otras redes sociales, los chinos recurren a Redes Privadas Virtuales (RPV, VPN en inglés), unos programas informáticos gratuitos o de pago que permiten desbloquear el acceso a las páginas web extranjeras.
El problema es que hace tiempo algunos disidentes se quejan de que la policía les obliga a borrar mensajes como parte de una discreta campaña represiva lanzada al comienzo del año. En algunos casos las autoridades logran destruir por sí mismas las cuentas que desagradan al régimen.
La pasada semana, la administración nacional del ciberespacio anunció haber «limpiado» casi 10.000 cuentas acusadas de propagar contenidos «políticamente perjudiciales», pornográficos o rumores en las redes sociales chinas como WeChat o Weibo.
Fuente: lavozdegalicia.es