Ayer, la Biblioteca Pública Arroyo de la Miel celebró la actividad “Abriendo paréntesis”, una mesa redonda con participación de los clubes de lectura de las Bibliotecas de Benalmádena y asociaciones del municipio como el CineClub Más Madera y la asociación de reciente creación Ben-al-Arte.
El juego, propuesto por la coordinadora de la actividad Sofía Goycoolea, consistía en la lectura conjunta de la novela de Mary Shelley Frankenstein, para a continuación establecer una reflexión en torno a la bioingeniería, la ética y la inteligencia artificial.
Por parte de los clubes de lectura de la Biblioteca Manuel Altolaguirre de Benalmádena Pueblo intervino Engracia Caballero, hablando acerca de los sentimientos de los robots y la destrucción del mundo por parte del ser humano. Vladimir Merino, como representante del CineClub Más Madera, expuso las dos perspectivas que plantea el cine sobre el futuro: la apocalíptica de Mad Max y la esperanza de Charles Chaplin con El gran dictador; mientras María Paredes, desde la asociación Ben-al-Arte, expuso el miedo a lo diferente.
Con el monstruo de Frankenstein como contexto, los clubes de lectura de la Biblioteca Arroyo de la Miel plantearon conceptos muy dispares, que se agrupan en tres grandes bloques. Por un lado, el bloque económico, con Tapio Vihera como representante del Club finlandés Minna Canth, en el que se cuestionaron acerca de la redistribución de riquezas que iban a producir los robots y José Ramón Martínez, coordinador del Club de Cómics Víctor Mora, traía a la mesa el debate acerca de la justicia social del reparto de riquezas originadas por las nuevas tecnologías.
El bloque tecnológico, con Mireia Ramón, coordinadora del Club Felipe Orlando, que exponía el temor de convertirnos en seres humanos más deshumanizados al crear semejantes artificiales; y el Club Cercle de Lecture et de l’Histoire, con Prisca Vanier y Michelle Gein que planteaban la dificultad de saber hasta dónde tenía que llegar el transhumanismo sin dañar la libertad humana. Por último, el bloque más ético tuvo a sus representates en Pablo Rodríguez Guy, del taller Leer el Arte, que abordaba el arte digital y el papel del arte en ese nuevo futuro; Elise Freedman, coordinadora del Club Read On!, lanzaba cuestiones acerca de qué se entiende por condición humana o quiénes son los monstruos reales; Olga López de Lerma, coordinadora del Club Zenobia Camprubí, exponía la idea de la soberbia humana en la creación y su irresponsabilidad; y Carlos Nuñez, representante del Club Encuentro con los Clásicos, aseguraba que la ciencia no es responsable de su obra y lanzaba la polémica ¿y si contemplamos al ser humano, supuesto creador de robots, como un ser creado?
Más de 40 personas asistieron y participaron en el debate en esta interesante mesa redonda, donde un libro fue la excusa para lanzar el desafío de la comunicación más allá del idioma y preguntar de dónde viene y hacia dónde va el ser humano.
Fuente: guiadebenalmadena.com